domingo, 29 de noviembre de 2009

16 puntos básicos del Sinarquismo

  1. Consideramos Criminal y cobarde el derrotismo de aquellos que creen imposible el resurgimiento de la Patria o que esperan del extranjero la salvación de México. Los sinarquistas proclamamos que la Patria se salvara cuando triunfemos de nuestra propia cobardía y nos decidamos a ser verdaderos ciudadanos en pleno ejercicio dé nuestros derechos y deberes.
  2. Tenemos fe en el destino de México y nuestro esfuerzo se encamina a unir a la Patria, robustecería y dignificarla. Trabajaremos por hacer de cada mexicano una partícula activa de nuestro Movimiento que habrá de salvar a México.
  3. Reclamamos la unión verdadera de la familia mexicana y exigimos la subordinación de los intereses particulares o de clase frente al interés supremo: el de la Patria.
  4. Condenamos la tendencia comunista que pretende fundir todas las Patrias en una sola república universal. Sostendremos nuestra Invariable posición nacionalista y defenderemos la independencia de México.
  5. Repudiamos la clasificación antipatriótica y tendenciosa que divide a los mexicanos en “izquierdas", "derechas ', "revolucionarios" y "reaccionarios". México reclama, para salvarse, la unión permanente de todos sus hijos y sólo establece una división: mexicanos y anti-mexicanos.
  6. Rechazamos todo símbolo extraño a nuestra nacionalidad. Ni la cruz gamada del nazismo, ni la estrella roja de los comunistas. México tiene sus símbolos y el que no los defienda es un traidor.
  7. Afirmamos el derecho de propiedad privada y exigimos la creación de condiciones sociales que hagan posible a todos los que trabajan el fácil acceso a la misma. Frente al grito comunista: 'Todos Proletarios" oponemos el nuestro: "Todos Propietarios".
  8. Nos rebelamos contra la injusticia de un Estado social en que una multitud de hombres vive en pocilgas y unos pocos habitan palacios. Consideramos que el mal no es la propiedad, sino que éste radica en que unos pocos la tengan y de ella abusen, mientras la mayoría carece de lo indispensable para conservar la vida.
  9. Lucharemos porque México tenga una abundante producción de bienes y exigimos una justa y Equitativa distribución de los mismos. Reclamamos respeto absoluto para el producto del trabajo y garantías para el capital, justamente acumulado, el que, por otra parte, deberá ajustarse a las exigencias y necesidades de la común a mexicana, teniendo las limitaciones que exija el bienestar nacional.
  10. Condenamos la lucha de ciases que, además de desarticular a la Patria, hace Infecunda su economía, Urgimos la unión del capital y del trabajo para que, en franca y estrecha colaboración y dentro de una amplia justicia social, realicen su obra creadora para bien de México.
  11. No admitimos la explotación de una clase social por otra: tanto al capital como al trabajo, hoy Impulsados por un materialismo sin grandeza, les daremos un ideal: el del mejoramiento de la colectividad mexicana y el engrandecimiento de la Patria.
  12. Luchamos por un México libre de tutelas extrañas y libre interiormente. Consideramos que la libertad es el único ambiente digno de la vida del hombre y rechazamos todas las tiranías.
  13. Reclamamos para México su verdadera independencia política y económica, como garantía previa de la real libertad de cada mexicano. Pero para que México pueda imponer su libertad a las demás naciones, precisa la acción conjunta, valiente, constante y generosa de todos sus hijos, dispuestos a merecer y reclamar para su Patria honor y respeto.
  14. Condenamos la violación que de las naturales libertades del hombre hacen las dictaduras y luchamos contra los que pretenden esclavizar los espíritus. Somos ardientes defensores de la libertad: pero nos declaramos enemigos del libertinaje, causa de la anarquía y del desorden contrarios a la autoridad y al orden social que requiere el Sinarquismo.
  15. Repudiamos el Estado no intervencionista, simple guardián de los egoísmos individuales. Rechazamos Igualmente la tiranía de los Estados despóticos que, basados en la Intervención omnímoda de sus gobiernos, absorben las actividades individuales, esclavizan las voluntades y maniatan toda iniciativa privada.
  16. Queremos que México tenga un gobierno justo, fuerte respetable, que, consciente de que el servicio del pueblo es la única razón de su poder, encuadre su acción dentro de los límites que fija el bien Común del pueblo mexicano.

Manifiesto Sinarquista (1937)

Manifiesto del Comité Organizador

Ante los angustiosos problemas que agitan a toda la Nación, es absolutamente necesario que exista una organización compuesta de verdaderos patriotas, una organización que trabaje para la restauración de los derechos fundamentales de cada ciudadano, que tenga como su más alta finalidad la salvación de la Patria.

Frente a los utópicos que sueñan en una sociedad sin gobernantes y sin leyes, el "sinarquismo" quiere una sociedad regida por una autoridad legitima, emanada de la libre actividad democrática del pueblo, que verdaderamente garantice al orden social dentro del cual encuentren todos su felicidad; pero no de un modo egoísta, sino procurando que todos alcancen el bien que cada uno desea para si.

Frente a cada dolor humano, frente a cada mal social; el "sinarquismo" se propone estudiar la forma de suprimirlo y trabajar hasta conseguir este fin.

Ninguna cosa que tenga trascendencia social le será indiferente; el bien común habrá de ser su ocupación constante y su tarea de siempre será trabajar para alcanzarlo.

El sinarquismo es un modo de ser y de vivir, un modo se sentir y de obrar frente a los problemas que afectan al interés general. Es una actitud espiritual, generosa, es el ánimo y la voluntad siempre dispuestos a servir a los demás.

El sinarquista no pide nada para si; debe estar siempre dispuesto a entregarse a toda obra que redunde en beneficio colectivo, a prestar el concurso de sus fuerzas físicas, de su dinero o de su talento para poner remedio inmediato y eficaz a todo aquello que constituya un mal social. El bien de todos, la felicidad pública, la salvación moral y económica de la Patria, exigen un precio: el sacrificio y el esfuerzo con que debe contribuir cada uno según sus posibilidades.

El sinarquismo es un movimiento positivo, que unifica, construye y engrandece, y por lo tanto, diametralmente opuesto a las doctrinas que sustentan postulados de odió y devastación. El sinarquismo proclama el amor a la Patria y se opondrá con todas sus fuerzas a los sistemas que pretenden borrar las fronteras de los pueblos, para convertir al inundo en un inmenso feudo en donde fácilmente imperen los malvados y perversos propagandistas inventores de esas teorías. El sinarquismo será el más ardiente defensor de la justicia y por consiguiente perseguirá a los que trafican con la miseria humana. El sinarquismo no puede concebir que exista felicidad y progreso donde no existe libertad, estima que ésta es la más sagrada conquista de la humanidad y luchará incansablemente hasta conseguir que impere en nuestra Patria.

El Comité Organizador Sinarquista lanza en este manifiesto un llamado a todos los mexicanos que estén dispuestos a trabajar por el engrandecimiento de México, a todos los que, despojándose del egoísmo, quieran prestar su cooperación para organizar tina nueva sociedad sobre base de mayor justicia.

Los males que afligen a nuestra Patria no se remediarán con lamentos, sino con una actividad bien orientada. El movimiento sinarquista ha puesto como norte en el camino que empieza a recorrer, tres palabras luminosas que adopta como lema: "PATRIA, JUSTICIA Y LIBERTAD".

(León, Gto., junio 12 de 1937)

sábado, 28 de noviembre de 2009

Millonarios comunistas

RAUL DEL POZO*

En Beijing dice el Partido Comunista que enriquecerse es glorioso, los periódicos publican que China será fiel al comunismo y a la sociedad del bienestar e invitan a los millonarios a salir de las catacumbas. He encontrado muchos izquierdistas hijos de policía o de general que llegaron a la revuelta por mala conciencia, pero he visto muchos más de buena familia: aquellas lolitas millonarias de Ibiza con abrigos de visón y los pies descalzos, con tetas de El Che que escupían a las fotos del presidente de Estados Unidos, los 10.000 jóvenes airados de la isla de Wight metidos en sacos de papel, que cuanto más follaban más odiaban al imperialismo.Llegué a la conclusión de que el comunismo era una ideación de aristócratas, de judíos, de intelectuales desterrados, de artistas, de obreros lúcidos, de burguesas adúlteras, de poetas esclarecidos, de gente bien, de demócratas, por lo menos en el PCE de la Transición.Si quitamos a Espartaco y a Largo Caballero, la mayoría de los dirigentes de la izquierda se educaron en buenos colegios y durmieron su niñez en sábanas de seda.

El Che jugaba al golf, Picasso era millonario, Alberti, un señorito andaluz, Mao tenía la caligrafía de los mandarines. Lenin, hijo de un alto funcionario, se hizo amigo de Engels, hijo de un industrial luterano que llevó a Don Carlos, que leía a Homero en griego, a su factoría para que aprendiera las condiciones del proletariado inglés. Un millonario, llamado Lagunero, sufragó el viaje de Santiago Carrrillo con peluca. El más rico del mundo (Bill Gates) se confiesa de izquierdas, el más rico de España (Polanco) escuda a un partido socialista. En España, donde se confunde la envidia con la lucha de clases, se puede perseguir y pasear a un hombre que sea rico y de izquierdas. Lo hemos comprobado estos días.Así denotan su mala educación. No saben que Marx explicó muy bien que la división de clases no está basada en la diferencia de las fortunas. «La medida del portamonedas es una medida puramente cuantitativa» (La Sagrada Familia). También dijo Marx que la necesidad hace la conciencia mientras le metía mano a la criada.Eso de que la izquierda es consustancial a la pobreza es una idea de curas. El rechazo a la estructura oligárquica del poder, la búsqueda del reino de la libertad, el desprecio al terrorismo y al nacionalismo, la lucha contra las monarquías y las religiones, sustituir la religión por la política, la lucha por la igualdad, no tienen nada que ver con la pobreza, sino con la inteligencia, la conciencia, la solidaridad humana. A la derecha la inventaron los curas y al comunismo, los aristócratas. A una condesa de Madrid le llevaban cada mañana el Mundo Obrero en una bandeja de plata, los condes de San Luis estuvieron en la creación de Comisiones Obreras.

Pero en España siempre surgen populistas que quieren cortar las cabezas que sobresalen.


*El original de este artículo se publico en 2003 en la sección de Opinón del diario español El Mundo.