miércoles, 22 de julio de 2009

Pendiente, la autodeterminación de los pueblos

,Recientemente hemos visto en los medios de comunicación la noticia de un supuesto golpe de Estado perpetrado en Honduras a principios de este mes; insisten, una y otra vez, que el derrocamiento de Manuel Zelaya -en ese entonces presidente de Honduras- fue un acto ilegal. Pero siendo objetivos ¿Realmente fue ilegal su destitución? ¿Qué es lo que realmente opina el pueblo hondureño?

Primero, hay que recordar que Zelaya planeaba convocar un referndum -a pesar de que solo el Congreso tiene permitido hacerlo- para que la población votará su posible reeleción; dicho de forma fina: el hombre planeaba perpetuarse en el poder. Sin embargo a la población de Honduras, conservadora y tradicionalista, no parecio agradarle la idea.

Según la revista The Economist, Zelaya destituyo al cabecilla de las fuerzas armadas en el país por no cumplir la orden de distribuir las urnas y las papeletas para el referendum; el resultado: Zelaya decidio despedir al general. Fue entonces cuando comenzó, justificadamente, un proceso para quitar a Zelaya del poder. La Suprema Corte decidio rehabilitar al general y el Tribunal Electoral confisco las urnas y las papeletas.

Con este panorama es posible que tengamos una idea de lo que piensa la población en Honduras: ¡Ellos no quieren a Zelaya!. The Economist también reporta que, precisamente, el 30 de junio miles de personas se manifestarón en Tegucigalpa para mostrar su apoyo por la destitución del mandatario, pues toda la Legislatura en Honduras voto, por unanimidad, la destitución de Mel, como se le conocía al mandatario. Las personas que protestaban gritaban: ¡No queremos a Mel! ¡Esto es legal! ¡Esto no es un golpe!

Así, el pueblo hondureño ha sido dejado de lado por las naciones de la OEA, donde solo la opinion de los diplomaticos y mediadores cuenta; por supuesto, los demás, no son tomados en cuenta. Y así son las cosas, a pesar de lo que digan los medios de comunicación el respaldo que tiene Mel en Honduras es muy inferior al de aquellas personas que respaldan su destitución.

Los Hondureños son muy valientes, mucho más que otros gobiernos de la región: La Unión Europea ha decido suspender la ayuda presupuestaria a este país y el BID suspendió los creditos otorgados a esta nación además del sinnúmero de sanciones que se esperan en los próximos meses.

Detrás de la ciudadania y la clase politica esta también el ejercito: 200 efectivos se encargarón de entrar a la casa de Zelaya, transportarlo hasta un jet privado y ponerlo de patitas en la calle. Esto nos demuestra que, en realidad, el pueblo no quiere a Zelaya y son los últimos interesados en que este regrese y retome las riendas del país; sin embargo, hasta ahora nadie se preocupa por preguntarles su opinión.

Lo peor es el apoyo que recibe este rufian. Zelaya decidio alinearse a la corriente socialista de América Latina; es decir, con Chavez, Evo, Kirchner, etc. Así, como ahora toda América desde la Patagonía hasta la frontera canadiense -a excepcion de México y Colombia- se encuentra dominada por esta izquierda, Mel conto con todo el apoyo de la, ahora "roja", Organización de Estados Américanos que junto con Obama, como ya hemos dicho, se han encargado de imponer multitud de sanciones, por culpa de esta versión -de pacotilla- de dictador.

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